lunes, 5 de octubre de 2009

Marea Naranja Cubrio El Este de Caracas Victor Ferraz


La carrera Caracas Rock 2009, la más numerosa del país, vista desde adentro


CARACAS.- La cita fue a las 7:00 am. Puntualmente se dio la voz de partida, y más de 12 mil almas vestidas de naranja le dieron vida a la 8ª carrera Caracas Rock. Primero las personas con discapacidad (héroes de este tipo de pruebas), seguidos de los “élite” y luego miles de aficionados, entre ellos quien suscribe la nota.

La marea humana se desperdigó a lo largo de la avenida principal de Las Mercedes, desde la plaza Alfredo Sadel, para luego la autopista del Este y dar vuelta en Santa Fe.
En ese punto, cuando llegábamos al primer kilómetro, vimos pasar a los punteros, que ya superaban los 4.000 metros sin despeinarse, mientras clamábamos por una bebida energética (no es fácil, y menos cuando se es un submáster B).

Ya de retorno hacia el norte, y en bajada (un respirito), devorábamos los metros. Los rostros de la gente que nos pasaba por un lado eran más que elocuente: la fiebre por correr hace feliz a más de uno, y no importa si no se llega de primero, lo importante es pasarla bien.

Casi a la mitad del recorrido, para muchos la fuerza parecía mermar, pero así fuese caminando había que cumplir el reto de terminar los 10 kilómetros. Cuando pudimos darnos cuenta, ya nos quedaban tres kilómetros.

Si se veía hacia delante la marea anaranjada nos hacía sentir culpables de no haber entrenado más, pero si volteábamos hacia atrás, viendo a miles de gente tratando de alcanzarnos, nos sentíamos como todo un Haile Gebrselassie.

Quedando un kilómetro, ya las piernas ni se sentían, pero había que culminar. Ver el arco de la meta te da más fuerza, y ya no importa nada más: por fin llegamos. A más de 45 minutos del ganador, pero con la frente en alto.

Destacable fue la organización. Las agrupaciones hicieron su trabajo, menos la ubicada cerca del “Jardín lumínico”, que se quedó, paradójicamente, sin electricidad. El toque de Aditus puso final a una mañana de deporte, música, diversión y ganas de seguir intentando. ¡El año que viene vamos por una hora!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.