lunes, 12 de octubre de 2009

La gestión pública se muda al ciberespacio (Irwing)

Ricardo se impacienta y tira la toalla: '¡Me rindo! Mañana voy a Cadivi'. Fidel Antonio se ríe y exclama: '¡Qué bien! ¡Esta gente de la Opsu ( Oficina de Planificación del Sector Universitario) por fin me lo puso fácil!' -el registro de ingreso a la educación superior-. Pavel reflexiona: 'Ojalá todo pueda ser así de sencillo' -el pago del Impuesto sobre la renta (Islr). Luz María comenta con incredulidad: 'Hija, tengo la cita para obtener el pasaporte electrónico en la oficina de la Onidex de Los Ruices el 23 de julio'.Son algunos registros de un mismo tema: el Gobierno electrónico. Es decir, los servicios e información de un Gobierno al alcance de la mano, o mejor, de un clic. Por lo menos esa es la promesa de esta plataforma: el Gobierno en la pantalla de nuestras computadoras para -como fin último- mejorar la calidad de vida.Además de apresurar un trámite con sólo un clic al botón izquierdo del mouse -y así reducir costos, tiempo y distancias-, el desarrollo cabal del Gobierno electrónico promete, al igual que en el resto del mundo, mayor eficiencia en la gestión pública mediante la automatización de procesos, la transparencia y la participación ciudadana en el diseño de políticas públicas.Y en Venezuela no hay dudas: el Gobierno electrónico llegó. Pero su desarrollo se muestra incompleto. Por ejemplo, en el ámbito municipal, es decir, el más cercano al ciudadano, un vistazo a los sitios web de las cinco alcaldías que conforman la ciudad de Caracas revela diferencias: los sitios de alcaldías como Sucre y El Hatillo son meramente informativos (fase 1 del Gobierno electrónico), incluyen misión, visión y objetivos; así como historia y lugares de interés del municipio; pero no colocan información relacionada con los horarios de atención y documentos oficiales de relevancia para el público.En los portales de Libertador, Chacao y Baruta, las cosas son distintas: los ciudadanos saben qué servicios hay disponibles, tanto en línea como fuera, y cómo acceder a ellos. Disponen de direcciones de correos electrónicos que permiten la comunicación gobernantegobernado, números telefónicos. También hay links para seguimiento de trámites y descargas de documentos oficiales (fases 2 y 3: interacción y transacción).Por ejemplo, en Libertador el ciudadano puede realizar la consulta en línea del impuesto de vehículo y conocer los requisitos para la obtención de la licencia de industria y comercio.Mientras, en Chacao y Baruta las cosas van un poco más allá: se puede saber el saldo en línea del impuesto de actividades económicas o descargar formularios para realizar el cambio de razón social de la empresa, por ejemplo.Heberto Alvarado, periodista especializado en telemática, considera que iniciativas como las de tramitación de las divisas a través de la página de la Comisión Administradora de Divisas (Cadivi), la declaración y el pago de impuestos en línea del Servicio Nacional de Impuesto y Administración Tributaria (Seniat), la revisión de las cotizaciones en el sitio del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss) y la tramitación de pasaportes en la web de la Oficina Nacional de Identificación y Extranjería (Onidex) son propuestas valiosas e interesantes, ya que permiten el ahorro de tiempo y costos de traslado al ciudadano. Pero el Gobierno electrónico no debe quedarse allí. Más importante aún, dice, sería la tramitación de partidas de nacimiento, pasaportes y cédulas, por ejemplo, en las alcaldías, por ser estas los primeros espacios de contacto entre el Gobierno y el ciudadano.Los primeros pasos. El presidente del Centro Nacional de Tecnología de Información (Cnti), Carlos Figueira, órgano rector del ámbito informático gubernamental adscrito al Ministerio del Poder Popular para las Telecomunicaciones y la Informática, señala que 'en el largo camino que hay que recorrer para la implementación plena del Gobierno electrónico, estamos dando los primeros pasos'.La base legal para sostener e impulsar esta iniciativa en el país ha sido levantada por el actual gobierno con la promulgación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (artículos 60, 108 y 110). De allí en adelante, nuevos instrumentos jurídicos (ver recuadro) han otorgado mayor soporte a la armazón legal para el desarrollo de esta plataforma.Sentadas las bases iniciales, para Figueira entramos en una 'etapa de aceleración' luego de la renacionalización de la Compañía Anónima de Teléfonos de Venezuela (Cantv) y el lanzamiento en septiembre del satélite Simón Bolívar, hechos que a su juicio darán impulso a la llamada política de democratización del acceso a la red de Internet, iniciada con la puesta en marcha de los infocentros y otros puntos de acceso a las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), como Internet.Pavel Gómez, profesor del Centro de Políticas Públicas del Instituto de Estudios Superiores de Administración (Iesa), reconoce en el actual gobierno la intención de avanzar en el desarrollo del Gobierno electrónico, la 'vocación' para la implementación de esta iniciativa, y que se ha materializado en la aprobación del amplio marco legal hoy existente. Sin embargo, opina que existe una distancia entre la formalidad legal y los hechos a los que se enfrenta el ciudadano cuando se acerca a los servicios gubernamentales en línea, a través de taquillas virtuales. 'Creo que no se han explotado plenamente las bondades del Gobierno electrónico permitiendo al ciudadano la entrega de documentos que se requieren día a día'.En ese sentido, para Gómez 'estamos en una etapa relativamente básica' del desarrollo del Gobierno electrónico en Venezuela, en la cual no termina de existir una masificación dentro de la administración pública del uso de la tecnología e infraestructura de Internet para mejorar el acceso y difusión de los servicios del Gobierno en beneficio de los ciudadanos.¿Por qué? Porque siguen existiendo 'muchas debilidades en cuanto a la visión del servidor público, a la concepción de la gestión pública que se debe al ciudadano y cuyo fin es facilitarle la vida'.Así las cosas, considera que el éxito del Gobierno electrónico no es asunto de recursos tecnológicos o financieros (que existen), como de concepción de la gestión pública: 'Parece que la entrega de los servicios se piensa como un favor y no como un derecho de todos los ciudadanos', precisa.Sin dejar de valorar el esfuerzo del Gobierno nacional, Alvarado va más allá: 'No existe una mayor voluntad política. Hay mucha gente que sabe que el Gobierno electrónico va a acabar con mucha corruptela, con los gestores y el exceso de burocracia, y eso impide avanzar

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